La punción seca es una técnica semi-invasiva que utiliza agujas de acupuntura para el tratamiento del síndrome de dolor miofascial, síndrome producido por los puntos de gatillo (haz click aquí para saber más acerca del síndrome de dolor miofascial y los puntos de gatillo). Es semi-invasiva, ya que las agujas penetran la piel, presionando y contrayendo el punto de gatillo para desactivarlo y así disminuir el dolor que éstos producen.
Como has podido ver, los puntos de gatillo son zonas débiles del músculo y muy sensibles a la palpación, que por lo general se forman en los músculos que mantienen nuestra postura. Ellos se originan cuando varias sarcómeras (regiones de la fibra muscular donde se produce la contracción del músculo) se quedan permanentemente contraídas (debido a la liberación continua de un neurotransmisor llamado acetilcolina que impide que las fibras se relajen), lo que disminuye el flujo sanguíneo. Esa disminución del flujo sanguíneo no permite la correcta nutrición ni la correcta limpieza de los desechos de las células; además de hacer que el dolor se irradie y se extienda.
Los puntos gatillo tienen unas características concretas ampliamente estudiadas y pueden ser de diferentes tipos o estar en diferentes estados, estos puntos pueden aparecer por diversas causas: una corriente fría que afecta directamente al músculo, un movimiento repetitivo, mantener el músculo durante largo tiempo en una posición acortada, un golpe o incluso una inyección.
Existen diferentes tipos de puntos de gatillo, o éstos pueden estar en diferentes estados. A continuación enumeraremos y explicaremos brevemente cada uno de ellos:
Como ya dijimos, la punción seca utiliza una aguja de acupuntura directamente sobre el punto gatillo. Es importante destacar que no se le infiltra ningún tipo de sustancia.
Lo esencial es ubicar el punto de gatillo. Cualquier estimulación mecánica como la compresión, contracción o el estiramiento de un músculo que provoque dolor referido sugiere la presencia de un punto gatillo irritable.
La aguja, una vez ubicada en el punto de gatillo, puede considerarse una herramienta palpatoria de prolongación de los dedos del fisioterapeuta gracias al denominado efecto “varilla”: la aguja entra y sale del punto de gatillo, y con la misma aguja se aprecian los cambios en la firmeza de los tejidos atravesados por la aguja, e incluso sentir si la aguja ha acertado o no en la ubicación del mismo.
A pesar de que no se conoce el mecanismo de acción de la punción seca, ésta representa una de las técnicas más eficaces de tratamiento del punto gatillo.
Existen 2 grandes grupos de técnicas en la punción seca:
No se puede entender la punción seca como un simple pinchazo sobre el punto gatillo, es necesario aplicar diferentes técnicas complementarias que mejorarán los efectos de la punción seca. A continuación nombraremos y explicaremos brevemente algunas técnicas que se pueden utilizar junto con la punción:
Se aplica un spray frío sobre la piel del paciente en el recorrido del dolor referido y se estira el músculo. Ésta maniobra ayuda a desactivar puntos gatillo residuales y conseguir la amplitud de movimiento completa.
Con la contracción voluntaria del músculo tratado seguida de una relajación y un estiramiento se obtiene un incremento de la amplitud de movimiento y la desactivación del punto gatillo.
Ésta técnica consiste en una presión manual sobre el punto gatillo en un músculo para la disminución de la tensión muscular.
La punción seca es una técnica muy válida a la hora de tratar los puntos, sin embargo, existe cierto porcentaje de fracaso que es importante conocer. Los doctores Travell y Simons enumeraron diez razones para el fracaso del tratamiento invasivo de los puntos de gatillo, y son los siguientes:
Casi todas las razones por las que no se avanza en el dolor son por malas ejecuciones de la técnica, un mal diagnóstico y la falta de colaboración del paciente. Es importante que no intentes la punción seca tú mismo, quien debe realizar ésta técnica es un fisioterapeuta formado en ésta técnica, sino puedes hacerte daño.